
Esta es una pregunta que muchas veces respondemos con las pre-concepciones que tenemos sobre que es lo bueno, es muy fácil perdernos en el laberinto de nuestra mente y tener una clara idea de que es bueno.
En Santiago 4, el apóstol termina este capitulo con una llama de atención contundente a sus lectores.
Santiago 4: 17
y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado
Entonces, como responder esta pregunta y como podemos ponerla en práctica.
En los primeros 4 versiculos de Santiago 4 podemos ver algunos puntos importantes para resolver de alguna forma esta pregunta que tanto nos da vuelta en la cabeza a los cristianos y al mundo.
Santiago 4:1
¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?
Todos lo malo nace de nuestro interior, no tenemos excusas para no recibir la culpa cuando cometemos una acción equivocada e injusta, ROMANOS 3:10-18 describe mejor esta condicion en la que estamos y no podemos salir por nuestras propias fuerzas.
La consecuencia de todas estas pasiones son las constantes frustraciones y pecados en los que muchas veces volvemos a caer.
Esto nos lleva a un estado de independencia de Dios y cofunción. Creer que podemos salir de estas situaciones por nuestras propias fuerzas o incluso le damos las respuestas a Dios para que nos resuelva los problemas.
pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
Querer complacer a nuestros deseos y agradar a Dios nos lleva a la desgracia de volver a cometer los mismos errores, intentar ser amigo del pecado y de Dios no es algo que se pueda conseguir.
Este problema no es nuevo, hacer el bien es algo que no hemos sabido hacer desde el principio de la humanidad.
Adan y Eva había recibo instrucciones claras y conocían que era lo bueno y que era lo malo, Dios le permitió comer de todo lo que había en el paraíso (lo bueno) pero les prohibió comer de un árbol en particular (lo malo) pero la mujer vio que el árbol era bueno para comer y comió.
El asunto de todo esto no es que no sepamos que es lo bueno y que es lo malo, el problema es que si no tratamos de agradar a Dios siguiendo la vida de Jesús, no podremos ahogar las voces de los deseos de la carne que están en nuestro interior.
Separados de Dios podremos tener momentos donde hagamos lo bueno, hay muchas persona que no cree en Jesús y hacen muchas cosas maravillosas pero Dios quiere que tengamos vidas buenas, no momentos buenos. Separados de Él no podremos tener vidas que siempre hagan lo bueno.